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Se levanta. Piensa en ti.

Sale a la calle, te ve y la rayas para todo el día.

No puede parar de pensar desde que te ha visto.

Llega a su casa, te escribe ilusionada, la dejas en leído.

Se desilusiona, no te escribe más.

Ahora eres tu el que le escribe a ella, te deja en leído, te molestas.

Ella se cansa, El se cansa y los dos se ignoran.