Redes sociales
Chica adicta a las redes
sociales. Desbloqueaba el móvil, se metía en twitter, después en instagram, lo
cerraba y se metía en facebook. Lo bloqueaba.
Lo desbloqueaba, seguía
los mismo paso y lo volvía a bloquear, así durante muchas horas. Hasta que se
dio cuenta de que tenía que parar. Que las redes sociales la volvían loca, se
rayaba más de lo que ella solía hacerlo antes. Stalkeaba a gente que le había
hecho daño y se moría de la rabia.
Solo era perjudicial para
ella.
Un día se reto a desinstalarse
las redes sociales. El reto era de un mes. Lo cumplió y se dio cuenta de
que le daba más tiempo a hacer lo que a
ella más le gustaba y ya no se rayaba, ya a penas pensaba. Se dio cuenta de que
vivía su vida mucho más feliz.
¿Cuánto tiempo has invertido en las redes sociales? ¿En
serio merece la pena dedicarle tiempo a un objeto? Estamos perdiendo el hábito
de hablar con personas a la cara, ahora solemos ignorarlas. Cuentas tu vida por
una red social, que a nadie le importa, o que si quieres saber de ti, solo
tienen que meterse en tu perfil de twitter y no preguntártelo a ti.
No crees que es mucho más
bonito que alguien se te acerque y te diga algo, a que esperes durante dos
horas un mensaje por whatsapp.
Y los malentendidos… ¿Cuántas
relaciones se han perdido por los malentendidos de los mensajes? ¿No es mejor
hablar en persona y quedar todo aclarado?
Pero no. Seguimos en esta
burbuja de las redes sociales, en la que ya no apreciamos apenas la vida. No la
disfrutamos como nuestros padres o abuelos la pudieron disfrutar, porque no
había estas cosas. Una pena no haber nacido en esa época, en la que las
personas se miraban a la cara a la hablar y no a través de una pantalla.
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